En el último año, el peso argentino es una de las monedas que más se ha devaluado en el planeta, según el monitor financiero de Bloomberg. Con una depreciación de casi un 78% la moneda nacional sólo es superada por la libra libanesa, que se devaluó un 89,9%. Un poco más atrás en ese ranking figuran la naira nigeriana (-42,57%), el kwanza angoleño (-39,05%), la kwacha malauí (-39%) y la lira turca (-35,51%). El propio presidente Javier Milei admitió que la Argentina necesita billetes de más alta denominación que los $ 2.000 actuales que sólo valen poco más de U$S 2 en la conversión con la divisa estadounidense. "Es una tortura el tema de los billetes, imaginate que tenés que hacer un pago en efectivo y tenés que andar con un bulto de papeles que te pone una etiqueta en la frente que te dice robá acá, robá acá. Esto dificulta mucho las transacciones y tiene un montón de costos”, dijo Milei en la última entrevista del año concedida a LN+.
La persistente inflación, culpa de la emisión de dinero derivada de la acumulación de déficits fiscales recurrentes generó presiones inflacionarias que impactaron negativamente en el valor de nuestra moneda. Contar con billetes de bajo valor genera costos a nivel agregado que son difíciles de ignorar, advierte Fabio Ezequiel Ventre, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba. En el ámbito privado, tener billetes de baja denominación genera un aumento en los costos de transacción. La necesidad de manejar un mayor volumen de billetes para llevar a cabo transacciones de montos cada vez mayores implica más gastos en términos logísticos, lo que afecta la eficiencia operativa tanto del sector productivo como de las entidades financieras, señala la investigadora de la entidad Martina González.
Por otro lado, para el sector público implica mayores costos de producción y emisión de billetes. La lógica es simple: resulta más económico imprimir un billete $ 50.000 que 25 billetes de $ 2.000, algo que la anterior gestión del presidente Alberto Fernández se negó a efectuar, bajo el argumento de que, así, se convalidaría la inflación real. Emitir la misma cantidad de dinero pero en billetes de menor denominación no resuelve el problema subyacente: la pérdida de poder adquisitivo surge de los desequilibrios de la macroeconomía. Inclusive, es importante destacar que emitir billetes de mayor denominación no significa necesariamente que está incrementándose la cantidad de pesos en la economía, puntualiza el informe del Instituto. Existe la posibilidad de emitir billetes de mayor denominación para reemplazar parte de los que actualmente están circulando, lo que ayudaría a reducir los costos de transacción del sector privado mencionados previamente sin tener que incrementar la cantidad de pesos disponibles en la economía y, por ende, sin generar inflación. Esa es la filosofía de la actual administración de Gobierno.
Un análisis comparativo con otros países de la región revela que, para equipararnos a los billetes de mayor valor en dólares, como son los 1.000 pesos mexicanos, los 200 soles peruanos o los 2.000 pesos uruguayos, Argentina necesitaría un billete de $ 50.000.
Para ponernos a la altura de otros países de la región, tomando de referencia los 20.000 pesos chilenos, los 100.000 pesos colombianos y los 200 pesos bolivianos, necesitaríamos un billete de $ 20.000. Ambas cifras coinciden con los planes anunciados por el presidente Milei esta semana.
El billete de mayor valor en moneda dura de la región es el de 1.000 pesos mexicanos: hoy equivale a casi 60 dólares estadounidenses.
En el ranking les siguen los 200 soles peruanos, valuados en 54 dólares, y los 2 mil pesos uruguayos, que equivalen a 51 dólares.
El billete de mayor denominación de Brasil es el de 200 reales, que se ubica en la cuarta posición de la región al valer 41 dólares a la fecha.
Diversos países cuentan con billetes de entre 20 y 30 dólares de valor: los 200 pesos bolivianos (casi 29 dólares), los 100 mil pesos colombianos (25,5 dólares) y los 20 mil pesos chilenos (23 dólares).
Entre los billetes de menor valor en moneda dura se encuentra el de 100 mil guaraníes (Paraguay), que solamente representa 13,7 dólares. En Venezuela, el billete de más denominación (100 bolívares) equivale a casi 3 dólares estadounidenses. Así, el billete de 2.000 pesos argentinos es el de menor valor en la región: representa tan solo 2,4 dólares al tipo de cambio oficial y 2 dólares al tipo de cambio paralelo.